Cómo cambia tu vida cuando destierras de ella la palabra «pero»

«Suelta lo que pesa. Ama lo que tienes. Agradece lo que llega.»

Aquellos que practicamos el coaching ontológico somos muy conscientes del poder del lenguaje a la hora de generar realidad. Las palabras no son inocentes, dan forma a nuestros pensamientos y a diferentes interpretaciones de la realidad, limitándonos o posibilitándonos en la creación de nuestro futuro. Desterrar algunas de ellas de nuestros relatos nos puede ayudar a cambiar nuestra vida.

Los peros

La palabra pero es una conjunción adversativa que sirve para contraponer a un concepto otro diverso o ampliativo del anterior. Por lo general, tras un pero encontramos una matización contraria, ya sea en lo positivo o en lo negativo. Me explico con un ejemplo: «el vaso tiene agua, pero no está lleno» o «el vaso no está lleno, pero tiene agua».

En ambos casos, la conjunción pero separa un concepto observado desde la abundancia (lo que tengo), del mismo observado desde la escasez (lo que me falta). De una u otra manera, cuando utilizamos el «pero» estamos generando dos opciones excluyentes: o pongo foco en el espacio vacío, o lo pongo en el agua. 

Daniel Roth, en su libro «El Hábito del Logro«, nos propone sustituir el pero por un y, la conjunción que incluye por la que excluye. De este modo ampliamos nuestra mirada y damos espacio a una realidad mucho más objetiva y posibilitadora. Ponemos foco en la abundancia y utilizamos la escasez como estímulo para accionar en aras de nuestro desarrollo.

Lo que tengo o lo que me falta

Algunas personas tienen la tendencia a poner el acento más en lo que les falta que en lo que tienen, lo cual les produce una insatisfacción constante. Cuando alcanzan algo, vuelven a pensar en lo que no tienen, y no disfrutan de todo lo anteriormente logrado. Está bien, y es necesario, tener aspiraciones, siempre que no se traduzcan en obsesión, frustración o insatisfacción.

En ocasiones, nos resulta más sencillo instalarnos en la queja o buscar culpables por lo que nos falta, que hacernos responsables y esforzarnos por conseguirlo. Además, la sociedad actual de consumo nos empuja a poner más peso en aquello que no tenemos, dirigiendo nuestro foco hacia lo negativo y normalizando lo positivo, restándole valor. Esto es lo que en psicología se conoce como «sesgo negativo».

Sin embargo, podemos elegir mirar desde la abundancia, desde lo que sí tengo. Ésta es una mirada hacia la oportunidad, donde haciéndote consciente de tus recursos (de tus síes), podrás utilizarlos para ser fiel con tu compromiso de mejora y crecimiento.

Te invito a desterrar el pero que resta, y abrazar esa otra actitud que suma, que genera confianza y autoestima y que te conecta con la gratitud, la generosidad, la alegría y la curiosidad. Puedes cambiar tu vida.

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