PEDRO LLAMAS

Cuando me preguntan cuál es mi profesión, rara vez acierto a decir una sola palabra. Actor, cómico, músico, guionista, improvisador, formador… De manera que casi siempre acabo diciendo que soy Autónomo, que ya es decir mucho hoy en día.
 
Entre bambalinas descubrí que lo que más me llamaba la atención era la capacidad que todos tenemos para comunicar, conectar y persuadir, mejorando la vida de las personas. Pude comprobarlo yo mismo con cada monólogo que interpretaba en “Las Noches del Club de la Comedia” en los teatros de toda España, intentando averiguar los mecanismos que provocaban las risa en los espectadores. Empecé entonces a investigar sobre el funcionamiento del cerebro y cómo reacciona ante el humor, especializándome en lo que he llamado “Neurocomedia”.
 

Fui profesor de la Escuela de las Artes de la Comedia de Madrid impartiendo clases de improvisación gracias a los conocimientos adquiridos formando parte de los espectáculos “Factoría Impro” y “Corta el Cable Rojo”, trabajando las reglas de la improvisación para reforzar la creatividad y el trabajo en equipo.

Mediante el conocimiento de la improvisación teatral, la escritura de comedia o el uso de la voz y el lenguaje no verbal he tenido la oportunidad de colaborar con diversas consultoras como Human Profit Consulting, Otto Walter o Adecco Training impartiendo cursos y talleres sobre cohesión de equipos, gestión de grupos, comunicación eficaz y desarrollo personal, pudiendo participar en diversos foros como el Instituto Europeo del Emprendimiento o el Ecosistema Impulsando como ponente, transmitiendo mis ideas sobre la comedia y el pensamiento positivo.

Quizá por mi espíritu Renacentista o simplemente por mi desbordante curiosidad continúo mi camino compaginando las tablas de un escenario con las salas de formación, sabiendo que aún queda mucho por aprender y que en realidad lo que más me gusta no es sólo hacer reír y conectar, sino ayudar a que los demás sepan también cómo hacerlo.