Storytelling para el liderazgo

«He aprendido que la gente olvidará lo que has dicho o lo que has hecho, pero nunca olvidará lo que les hiciste sentir» Maya Angelou.

Una de las capacidades más importantes de un líder es conectar, inspirar y motivar cambios en el comportamiento de los equipos, con el objetivo de facilitar el desarrollo personal y profesional de sus miembros para la consecución de sus objetivos. ¿Cómo lo hacemos? La comunicación es la herramienta que utilizamos para gestionar estas relaciones interpersonales.

CONVERSACIONES

Desde este planteamiento, podemos observar a los equipos como redes de conversaciones dirigidas a coordinar acciones. Todo lo que pasa en un equipo, pasa en una conversación. “Si algo falta, falta una conversación. Si algo sobra, lo que sobra es una conversación. Si algo es difícil, lo que es difícil será diseñar y sostener una conversación difícil.” (Luis Carchak).

En una conversación intervienen no sólo las palabras, sino también nuestras emociones. Un gesto, una mirada, un silencio, el tono y ritmo de nuestro lenguaje… De la calidad de la conversación dependerá, en gran medida, si me siento fuera o dentro de la “historia”, si me involucro o me quedo al margen.

STORYTELLING

En este sentido, el storytelling se ha convertido en una eficaz herramienta de comunicación para ejercer un liderazgo inspiracional, capaz de comprometer a las personas en un objetivo común, de convertirlas en personajes activos de la historia. Como decía Maya Angelou: “He aprendido que la gente olvidará lo que has dicho o lo que has hecho, pero nunca olvidará lo que les hiciste sentir”.

Las compañías más importantes del mundo utilizan el storytelling como herramienta de liderazgo. Algunas tienen a un storyteller corporativo de alto nivel cuyo trabajo es recopilar y difundir sus historias más importantes: en Nike, todos los ejecutivos senior son designados por storytellers corporativos. Otras, enseñan habilidades de storytelling a sus líderes: P&G ha contratado directores de cine de Hollywood para enseñar a ejecutivos senior cómo liderar mejor utilizando el storytelling.

Estas son algunas de las situaciones en las que el storytelling se convierte en una útil herramienta:

      • Inspirar a la organización.
      • Alinearnos en una visión.
      • Enseñar conceptos importantes.
      • Definir cultura y valores.
      • Explicar quién eres y en qué crees.
      • Cuando se requiere una fuerte influencia como la de dirigir un cambio.
      • Hacer recomendaciones al jefe, pares o colaboradores.
      • Cuestiones delicadas como la diversidad y la inclusión.
      • Hacer coaching.
      • Dar feedback de manera que se reciba como un regalo.
      • Fomentar la creatividad en los equipos.
      • Facilitar que las personas reaviven la pasión por su trabajo…

Esto no significa que el storytelling deba utilizarse en cualquier situación. Por ejemplo, si lo que quieres es decidir cuál debe ser tu estrategia de aquí a cinco años, necesitarás a un buen consultor estratégico. O si estás intentando decidir cuánto dinero tienes que pagar para absorber a tu mayor competidor, lo que necesitas es un buen asesor financiero.

Pero, una vez elegida tu estrategia de aquí a cinco años, o calculado cuánto necesitas para absorber a tu competencia, necesitas un equipo de personas que trabajen para llevarlo a cabo… ahora necesitas una buena historia. Dicho de otra manera, el storytelling no es siempre la herramienta correcta para administrar las cosas, pero es excepcional ayudándote a liderar personas.

Porque tú no puedes simplemente ordenar a la gente “ser más creativa” o “motivarse” o “empezar a amar su trabajo”. El cerebro humano no funciona de esa manera. Pero puedes liderarles a través de una buena historia.

Lo que necesitas para utilizar el storytelling en tu comunicación, es tener una historia… sin una historia que contar, no hay storytelling. Si no la tienes, puedes empezar a recolectar tus propias historias. Cuando una situación te haya hecho aprender o descubrir algo, emocionarte o captar tu atención, escríbelo. Una gran historia está a punto de nacer.

CLAVES PARA construir UNA BUENA HISTORIA

Y cuando tengas esa historia, cuéntala teniendo en cuenta estas siete claves imprescindibles:

      1. Capta la atención y el interés de la audiencia: lo primero que debes hacer es contarles para qué escucharte, qué beneficios les proporcionará mantenerse “presentes” y escuchar la historia.
      2. Sitúa la historia en el contexto: una buena historia debe arrancar con el contexto, permitiendo a la audiencia situarse en el punto de partida que ha dado lugar a la situación y facilitar la comprensión del mensaje
      3. Utiliza metáforas y analogías: las metáforas pueden añadir un impacto a la historia, o puede reemplazarla enteramente, porque ya hay historias de éxito en el cerebro de la audiencia, esperando a que las recuerden.
      4. Apela a la emoción: las personas toman decisiones mayoritariamente en base a razones emocionales y luego las racionalizan para que se sientan lógicas. Los líderes lo saben de forma intuitiva, y no tienen miedo de lidiar con ambos lados del cerebro.
      5. Sé concreto y usa un estilo narrativo propio para los negocios: evita vagas generalizaciones y palabras enrevesadas, sé conciso y ve al grano. Si la historia es específica y concreta, tendrá más gancho y será memorable.
      6. Incluye alguna sorpresa: las sorpresas no sólo mantienen la atención de la audiencia, hacen a tu historia más impactante. Las sorpresas aumentan la adrenalina del cerebro que incrementa la formación de la memoria.
      7. Haz a la audiencia partícipe de la historia: la experiencia siempre ha sido el mejor profesor. Si puedes convertir tu historia en algo de lo que tu audiencia pueda formar parte, será mucho más efectiva. No les cuentes solamente que descubriste por accidente que el producto de la competencia funcionaba mejor que el tuyo, crea una situación idónea para que lo descubran ellos. 

Las historias que son contadas una y otra vez acaban formando parte de la cultura y la herencia de la organización. Pueden venir del CEO, de un empleado nuevo o de cualquier otro… Si las historias son buenas, genial; si no lo son, puedes reemplazarlas por otras mejores.

La gente contará historias de tu compañía tanto si quieres como si no. Afortunadamente, tú puedes elegir cuáles se cuentan. ¿La forma de hacerlo? Anticiparte.

Si esta reflexión te pareció útil, puedes ayudar a otras personas compartiendo este post...